Esguinces de tobillo
El esguince de tobillo es una de las lesiones más frecuente en las personas que practican deporte y consiste en la distensión o rotura de alguno de los ligamentos del tobillo.
Realizando un repaso anatómico básico, en el tobillo encontramos dos ligamentos principales, el ligamento lateral externo (formado por tres ligamentos) y el ligamento lateral interno o deltoideo (formado por 4 fascículos).
La importancia de estos ligamentos radica en que son imprescindibles para la estabilización del tobillo, ya que cumplen dos funciones básicas:
-Por una parte envían señales propioceptivas al sistema nervioso central, es decir, gracias a unos receptores que se localizan en estos ligamentos somos capaces de saber en qué posición se encuentra nuestro pie (Esto es lo que denominamos propiocepción).
-Por otra parte los ligamentos limitan los movimientos que sobrepasan el rango de movimiento máximo de la articulación del tobillo, con lo que impiden la luxación de la articulación.
El esguince de tobillo más frecuente es el que afecta al ligamento lateral externo del tobillo y su gravedad se suele clasificar en tres grados:
-Grado 1: sólo es una microrrotura del ligamento;
-Grado 2: es la rotura parcial del ligamento
-Grado 3: el la rotura completa del ligamento
El tratamiento es fundamental para eliminar por completo el dolor y la inflamación, y sobre todo para evitar posteriores recaídas.
Sólo en el grado 3 del esguince del ligamento lateral interno el tratamiento a realizar es quirúrgico. En el resto de los casos el tratamiento de elección es el conservador (la fisioterapia) y los objetivos del mismo son los siguientes:
-Los primeros tres días: eliminar la inflamación y limitar la extensión de la lesión
En esta fase aguda lo que hacemos es poner hielo 4-5 veces al día en la zona de la lesión durante 15 minutos, colocar un vendaje con kinesiotape (las tiras de colores) y mantener un reposo relativo, con el miembro afectado en alto siempre que sea posible.
-Desde el cuarto día: Corrección articular y favorecer la regeneración completa del ligamento
Desde que pasamos la fase aguda es fundamental realizar las técnicas manuales necesarias para recolocar los huesos del pie que han podido perder su posición fisiológica durante la lesión. Además comenzaremos un tratamiento encaminado a la recuperación completa del ligamento, a que las nuevas fibras que se formen no se adhieran al hueso, eliminar por completo el edema y recuperar la capacidad propioceptiva.
Al paciente se le recomienda que realice en su casa baños de contraste diarios hasta la eliminación completa del edema (Son baños que duran 15 minutos: 3 minutos en agua caliente-3 min. en agua fría- 3 min. en agua caliente – 3 min. en agua fría – 3 min. en agua caliente)
-Una vez recuperado el ligamento
En la última fase del tratamiento insistiremos en los trabajos de propiocepción (trabajos como mantener el equilibro sobre una superficie inestable apoyándonos sólo con el pie lesionado) y de fuerza para garantizar una vuelta a la actividad deportiva sin recaídas.
Isaac Cardona
Fisioterapeuta y director de Optimafisio